Mientras un demente esperaba a que le llegue su comida, le dije:
Pedir comida en el trabajo es la aberración más grande que ha cometido la humanidad.¡Qué gente! No saben ni siquiera de «la constante argentina de tiempo» y apuestan «el momento más importante del día laboral» a la sensibilidad de un «nene con una gilet».
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