Bueno. Te peleás con tu novia, te deja cuando te arrepentís, empieza a ir al gimnasio (no querés saber más nada, pero te siguen contando).
La facultad te amaga con que la terminás, siempre resulta que te habían engañado. Faltás más días que los que vas y te quejás del tiempo que te consume el no ir.
La memoria te juega malas pasadas, te anotás en los finales y ní con un calendario podés acordarte de ir el 3 de noviembre. Te confundís el 3 con el 10, el obelisco con el cabildo y las empanadas con las facturas.
Todo este tiempo que trabajaste no pudiste ganar nada, vivís en un país donde ahorrar es imposible y tu cuenta bancaria se congela en el mismo número por seis meses.
Te compraste un auto pero por suerte lo vendiste cuando los vecinos se llevaban la primer rueda. Los que compraron el auto lo pusieron lindísimo y se pasean todos los días mostrándote de lo que te perdiste. Y si no lo ves vos, -por las dudas- te lo cuenta tu familia.
Te quedaste sin auto y con el bondi: el castigo eterno para los esclavos que viven lejos.
Tus compañeros no te ven más y si te ven, se olvidan de vos tan rápido como vos de ellos.
Tus sueños se terminan a la mañana, justo cuando se te hace tarde para llegar a todos lados, querés acordarte pero te olvidaste y seguís pensando en el 3 o el 10; compañeros de trabajo que preguntan donde estás y proyectos que esperan más de vos que vos de ellos también.
Tenés tanta fiaca, que a veces preferís morirte de hambre antes que llamar a una pizza y si llamás una pizza: igual, comés porquería.
Hacés un diario de tus viajes, le ponés ganas para que quede bien y a los dos días ves uno que está viajando en lugares más exóticos, que escribe mejor y que hasta tus conocidos aprecian más que el tuyo. Terminás dándote cuenta que vos también lo apreciás más que el tuyo.
Querés hacer cosas, pero cuando tenés las ganas, no tenés tiempo; cuando tenés el tiempo, no tenés las ganas; y cuando tenés las ganás y el tiempo, no tenés idea de que hacer.
Quizá no todo esté perdido.
La facultad te amaga con que la terminás, siempre resulta que te habían engañado. Faltás más días que los que vas y te quejás del tiempo que te consume el no ir.
La memoria te juega malas pasadas, te anotás en los finales y ní con un calendario podés acordarte de ir el 3 de noviembre. Te confundís el 3 con el 10, el obelisco con el cabildo y las empanadas con las facturas.
Todo este tiempo que trabajaste no pudiste ganar nada, vivís en un país donde ahorrar es imposible y tu cuenta bancaria se congela en el mismo número por seis meses.
Te compraste un auto pero por suerte lo vendiste cuando los vecinos se llevaban la primer rueda. Los que compraron el auto lo pusieron lindísimo y se pasean todos los días mostrándote de lo que te perdiste. Y si no lo ves vos, -por las dudas- te lo cuenta tu familia.
Te quedaste sin auto y con el bondi: el castigo eterno para los esclavos que viven lejos.
Tus compañeros no te ven más y si te ven, se olvidan de vos tan rápido como vos de ellos.
Tus sueños se terminan a la mañana, justo cuando se te hace tarde para llegar a todos lados, querés acordarte pero te olvidaste y seguís pensando en el 3 o el 10; compañeros de trabajo que preguntan donde estás y proyectos que esperan más de vos que vos de ellos también.
Tenés tanta fiaca, que a veces preferís morirte de hambre antes que llamar a una pizza y si llamás una pizza: igual, comés porquería.
Hacés un diario de tus viajes, le ponés ganas para que quede bien y a los dos días ves uno que está viajando en lugares más exóticos, que escribe mejor y que hasta tus conocidos aprecian más que el tuyo. Terminás dándote cuenta que vos también lo apreciás más que el tuyo.
Querés hacer cosas, pero cuando tenés las ganas, no tenés tiempo; cuando tenés el tiempo, no tenés las ganas; y cuando tenés las ganás y el tiempo, no tenés idea de que hacer.
Quizá no todo esté perdido.
Las cosas no funcionan siempre como uno quiere, y estoy convencida que
ResponderBorrarla vida es asi, sencillamente dificil, ya no busco explicaciones. Destino?
suerte? propia eleccion? que se yo... y que me importa! La cuestion
es que en el fondo yo creo que no todo esta perdido. Si, sino seria
imposible. Y esta bien creer eso. Las cosas no funcionan siempre como
uno quiere, pero a veces si, (muchas, pocas, depende) Generalmente
cuando uno menos se las espera y a veces no se por que extraña
influencia cuando uno las necesita. Y que placer cuando eso pasa,
boludeces o cosas grosas, lo importante es lo que nos hace sentir. No soy una
persona de mirada positiva, pero me he sentido feliz, contenta, bien,
querida, enamorada... y si me pasó una vez... digo... porque no va a
pasarme de nuevo? De hecho me enamore 2 veces en mi vida, tuve un par de amigas realmente importantes. Y si, miro alrededor y mucha gente de treinta y pico como yo, esta llena de amigos, sigue viendo a sus companeros de primaria, secundaria, barrio y no se que pindonga mas.. . y es rehappy y su vida es mas productiva que la mia.. Y?? Ya se que yo no soy como toda esa gente, lo veo muy claramente, y entonces mi vida tiene que ser peor por eso? Perdi a muchas de las personas que me importaron y quise mucho, por distintas razones, algunas no estan mas, a algunas les deje de importar, algunas siguieron un camino distinto... y todavia las extraño. A veces me digo ya fue, no quiero estar cerca de nadie mas.. para que? para sufrir despues? A veces pienso en que es tan dificil encontrar al alguien con quien realmente tenga ganas de estar y que encima esa persona tenga ganas de estar conmigo. Pero sabes que? la verdad es que uno no tiene idea de que va a suceder al minuto siguiente,,, entonces para que hacer tanto alboroto. Nos puede ir mal, pero tambien nos puede ir bien, 50 y 50 de posibilidades repartidas por igual. Y entonces pienso, mientras duró estuvo más que bien, y no me arrepiento... y ojala me siga pasando, y si con el tiempo es mas dificil, entonces lo valoro mas.
Yo.