Fué tanto el dolor físico que fuí al médico -por suerte ahora tengo obra social- caminando por la vereda con el cuello torcido, deformado por el sufrimiento. El tipo dijo que era por la mala postura, en el laburo, en casa, en frente a la máquina, me dió 48hs. (de vida) y una inyección de miorelajante.
Después de investigar, encontré que tortícolis viene del latín torti: retorcido y collis: cuello; en inglés mi caso sería acute wryneck (esa palabra me suena).
Imaginé lo que sería si esto durase por siempre, quedar así, con la cabeza apoyada en el hombro derecho viendo todo torcido y me aterré. Sumado a los resfríos asfixiantes, anginas, encías enfermas y malestares varios; concluyo. Se le está terminando el tiempo a mi cuerpo. Fecha de vencimiento, junio del 2009.
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