No tenía muchas ganas de ir, no estaba entusiasmado, no iba a ver nada nuevo, no iba a escuchar nada nuevo, no me sentía bien, no me parecía un precio razonable, no me interesaba nadie del resto de los DJs, no me atrae La Rural y muchos noes más. Pero fuí igual, como suele suceder. Era exactamente como se esperaba, a nadie le interesaba en lo más minimo el resto de los DJ o lo que hubiese de relleno (hasta una pequeña orquesta) para el el Nokia Trends durara más de lo que lo haría durar la presencia de Moby. Cosas que se podían ver: el culto a las pastillas, el faso como cigarrillo normal, botellas de agua, poco interés por la cerveza, no mucha gente, gente vieja en promedio en un recital, demasiadas máquinas para efectos poco interesantes; y por último muchos teléfonos celulares. Moby hizo que tuviera sentido. Sí, entró al escenario y habló algo en español, se autocriticó, criticó a Bush, aduló Argentina -¿quién haría lo contrario frente a casi diez mil argentinos?- e hizo algunos te...