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Mostrando las entradas de diciembre, 2004

El fuego artificial

Comodidad de fin de año. Quizá efímera por su corta vida, dedicada a viajar a través del mundo, para terminar en un desenlace binario. El ansiado despliegue de luz y color en el cielo obscuro que la pirotecnia puede o no cumplir. No soy de los que queman plata en cañitas voladoras; respondo eso, digo eso. Pero hay algo que me cambió: ¿es la satisfacción pirómaniaca?, ¿el riesgo de volarme un dedo?, ¿qué me ha hecho corresponder con los que tiran cohetes o que quieren tirarlos? Sé que no lo era, al menos, no lo era antes del último año. Acordarme de la posible metamorfosis me hace melancólico, pretencioso y triste. Dedico la ceremonia del fuego, al recuerdo del anterior -la última vez que prendí esas mechas era muy feliz, vivía buenos momentos- a esos momentos, hoy únicos. ¿Cuándo vas a cambiar? Me pregunto y luego de un rato me respondo: 'no depende de mí'. Que mi sueño es ese, que soñé anoche con eso que no es. ¿Nunca tuviste la sensación de no encontrar un camino para ...

Blogs

Me sorprendió mucho lo del tipo que padeció amnesia y recordó mágicamente su vida leyendo el blog. Quiero saber más, si vos lector encontrás algo, comentá o avisá.

El hombre que estaba tan solo...

Que se mandó un mensaje a sí mismo y luego, se emocionó viendo su bandeja de entrada con el uno, esperándolo, no leído. No sabés la emoción que sentía de chico al escuchar el timbre de casa, la sorpresa. La soledad y yo hemos tenido una relación difusa desde que me acuerdo, todavía la llevo así, nunca me sinceré con ella.